Como ya os dije, me gustó tanto el primer libro de Sherlock
Holmes que estaba dispuesta a seguir leyendo más y más… hasta que un día me encontréis por la calle
con un sombrero de papel de plata, media gafa partida a modo de lupa y soltando
“elemental mi querido Watson” a diestro y siniestro.
Por ahora todavía no he llegado a ese punto, pero me acerco
porque acabo de terminar el 2º libro.
“El signo de los cuatro”
En éste empezamos descubriendo algo nuevo de Sherlock, y es
que resulta que es cocainómano.
Y vosotros me preguntaréis, ¿por qué un tío tan listo se
droga? Pues porque nunca tuvo una madre que le dijese: ¡DROJJAS CACA!
Él se excusa diciendo
que es que necesita estimulantes artificiales ante la falta de casos por
resolver.
“Siento hambre de exaltación mental”
Que no puede vivir sin hacer trabajar a su cerebro dice…
pues si quiere le enseño, porque el mío está fuera de cobertura desde…mmm…
bueno, es que nunca le instalaron antenas.
Por suerte, no va a pasar mucho rato sin trabajo y es que
pronto se le presenta una tal Mary Morstan pidiéndoles ayuda. ¿Os suena el nombre?
Pues sí, es Mary la futura mujer del doctor Watson. Que por cierto, he
descubierto que es el Ted Mosby de la
época y es que desde el primer momento que la ve ya está locamente enamorado y
en cuanto resuelven el caso que creo que tardaban 1 o 2 días ya le dice que le
quiere y que se casen… le falta la trompeta azul.
Mary acude a ellos porque hace 10 años su padre desapareció
misteriosamente, hace 6 le están mandando anualmente y siempre en la misma
fecha una perla de gran valor, pero sin nota ni nada y si con eso no fuera
poco, ahora le han mandado una carta citándola esa misma noche porque dicen que
le van a hacer justicia.
Pero señores, no nos dejemos engañar porque resulta que esto
solo es la uña del kraken.
Poco a poco se adentrarán en un misterio muy profundo y
trágico en el que hay tesoros indios, crímenes, vendettas y por supuesto un
detective al cargo que es más tonto que un lápiz que lo único que hace es
estorbar.
“Los tontos más molestos son los ingeniosos”
En definitiva, este libro me ha
gustado bastante incluso más que Estudio en
escarlata, creo que es más redondo, con más aventura y misterio, tiene
de todo lo que ha de tener un buen libro detectivesco y encima hay que sumarle la ventaja de unos protagonistas muy carismáticos,
ingeniosos y divertidos que hace que la lectura se haga muy entretenida.
“lo sencillo suele ser precisamente lo que con mayor
facilidad se nos pasa por alto”
Nota. 8
Por cierto, ya tengo en mis manos
“Las aventuras de Sherlock Holmes” y “El sabueso de Baskerville", no digo nada y lo digo
todo… próximamente más.
Cherry Flip
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