La llamada de lo salvaje cuenta la historia de un perro
sureño llamado Buck, que yo leía como Back
porque me sonaba mejor, además Buck es como decir libro en inglés o buuuh en
ruso. Si todo muy lógico como siempre.
Pues bien, Buck vivía en la finca de un juez y era un perro
con una buena vida y feliz como una perdiz hasta que un día el jardinero decidió secuestrarlo y
venderlo para conseguir pasta.
Buck en cuanto es consciente de que algo no marcha bien, se
revela. Se sienta en mitad de la carretera al grito de: ¡No! ¡No! ¡No me
moverán!
Pero todos sabemos lo que viene después de dichas escenas… Y
es que Buck desconocía que con el secuestro venían incluidas unas clases de
leyes gratis (muy majos ellos) En particular le impartirán la “Ley del Garrote” que por desgracia poco tiene que
ver con la que profesa Cesar Millán.
Y al final, a base de golpes no le quedará otra que obedecer.
“Le habían vencido, pero no estaba derrotado”
A partir de entonces tendrá que dejar su mundo civilizado,
sus soleadas tierras californianas para trasladarse al norte, con los Stark y su Winter que no es que esté llegando, es
que nunca se ha ido. Donde las temperaturas oscilarán entre -45º o -50º. Vamos,
un fresquillo de lo más agradable.
¿y qué pinta Buck entre tanto hielo y nieve? Pues al estar
ahí la famosa fiebre del oro, está la zona recargada de gente que necesitan
perros de trineo, así durante días, meses y años estará tierra pa’rriba y
tierra pa’bajo, atravesando el mismo recorrido una y otra vez.
Le explotarán sin descanso, pasará mucha hambre, muchos
peligros y sobretodo mucho frío.
“Aquel canto de los
perros esquimales podía haber significado un desafío de la vida; pero se emitía
en tono menor, con prolongados gemidos y sollozos insinuados, y era más bien un
lamento de vivir, la expresión del dolorido trabajo de la existencia.”
Y para poder sobrevivir en ese hostil ambiente tendrá que
adaptarse, de esta manera el Buck cariñoso y amable desaparecerá y poco a poco
empezarán a salir los instintos de sus antepasados ocultos por varias
generaciones de vida doméstica, acabará convirtiéndose en una bestia primitiva más
salvaje y letal cuyo principio fundamental será “matar
o ser matado”
Este es el 2º libro que leo de
Jack
London, el anterior fue
Colmillo Blanco. Y la
verdad es que son bastante similares, si bien la principal diferencia que veo
es que Colmillo nació salvaje y acabó medio domesticado, al contrario que Buck
Entonces realmente no me ha aportado nada nuevo, pero en
general me ha parecido un buen libro. Es entretenido aunque dan ganas de
quemarlo cuando le hacen las perrerías al pobre Buck pero está bien, me ha
gustado, además ponerse en la piel de un perro es interesante y el que cambio
que experimenta Buck es espectacular.
Hay un éxtasis que señala la cúspide de la vida y por encima
del cual no puede elevarse esta. Y lo paradójico de la vida es que este éxtasis
se produce cuando uno está más vivo y se
olvida absolutamente de que lo está.
Nota: 7.5
Fdo. Cherry Flip